Las personas que realizaban caminatas de una hora cuatro veces por semana tenían accidentes cerebrovasculares (ACV) menos severos que aquellas que hacían poca o ninguna actividad física antes de enfermarse, dijo Gudrun Boysen, neurólogo del Hospital Universitario de Bispebjerg en Copenhague, Dinamarca.
Los ACV, que se producen cuando el flujo sanguíneo al cerebro se bloquea, pueden causar la muerte del tejido cerebral y son una de las principales causas de discapacidad permanente y fallecimientos en todo el mundo.
Los tratamientos incluyen medicamentos anticoagulantes e intentos por reducir el colesterol. Investigaciones previas demostraron que el ejercicio regular disminuye el riesgo de ACV y otras condiciones.
El equipo de Boysen quería comprobar el impacto de la actividad física sobre la gravedad de un ACV. Los autores, que publicaron los resultados de su estudio en la revista Neurology, revisaron los registros médicos de 265 personas con un promedio de 68 años que habían experimentado un ACV leve.
El equipo halló que el 25% más activo era 2,5 veces más proclive a sufrir un ACV menos severo que las personas que menos ejercicio hacían.
Después de dos años, esas personas estaban en mejor forma y eran más propensas a haber recuperado la capacidad de realizar tareas cotidianas como usar el cuchillo y el tenedor y caminar sin bastón, indicaron los expertos.
"Eran más proclives a poder realizar las tareas de la vida diaria y no necesitaban ayuda de otras personas", señaló Boysen en una entrevista telefónica.
Fuente: Reuters
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